domingo, 5 de octubre de 2014

A mi Ángel Custodio


Ángel del cielo, a quien Dios, por un efecto de su bondad por mí, ha dado el encargo de conducirme, que me consuelas en mis aflicciones, me sostienes en mis desalientos, y me procuras sin cesar nuevos favores, te suplico me defiendas de mis enemigos, apartes de mi las ocasiones del pecado y me alcances la gracia de ser fiel en seguir tus inspiraciones, me protejas en la hora de la muerte, y no me desampares hasta haberme conducido a la mansión del eterno reposo. Amén.